01 -
Cubre un plato con papel vegetal. Extiende la crema de pistacho en forma de lámina gruesa o haz pequeñas bolitas. Mételo al congelador durante mínimo una hora hasta que esté sólido. Si está en lámina, córtalo en trocitos cuadrados y vuelve a meterlo al congelador.
02 -
En un bol pequeño, mezcla la harina, la maicena, el bicarbonato, el polvo de hornear y la sal. Reserva.
03 -
En un recipiente grande, mezcla la mantequilla derretida, el azúcar moreno y el azúcar blanca hasta que estén bien unidos. Añade el huevo y el extracto de vainilla, batiendo todo hasta obtener una textura suave y espesa.
04 -
Añade la mezcla de harina a los ingredientes húmedos y remueve hasta integrar casi por completo. Incorpora el chocolate y los trocitos de pistacho con movimientos envolventes.
05 -
Con una cuchara medidora de 4 cucharadas, forma bolas de masa y colócalas en una bandeja cubierta. Guarda en el refrigerador por una hora aproximadamente hasta que se endurezcan.
06 -
Precalienta el horno a 175°C. Aplana cada bola de masa, coloca un trozo congelado de crema de pistacho en el centro y sella. Decora con más trocitos de chocolate, pistachos y crema congelada. Hornea por 11-12 minutos, hasta que los bordes estén firmes y el centro suave. Al salir del horno, espolvorea sal en escamas por encima.