01 -
Calienta tu horno a 175°C (350°F) y cubre las bandejas para hornear con papel antiadherente.
02 -
En un bol grande, mezcla con energía la mantequilla y el azúcar hasta que quede cremoso. Añade luego el huevo y el extracto de vainilla, batiendo hasta que todo esté bien mezclado.
03 -
Usa otro recipiente para combinar la harina, el polvo de hornear y la sal. Poco a poco, añade esta mezcla al bol de mantequilla, mezclando justo hasta combinar.
04 -
Incorpora suavemente las chispas de chocolate blanco y el granillo de colores.
05 -
Toma porciones de masa del tamaño de una cucharada, haz bolitas y pásalas por el granillo adicional. Colócalas en la bandeja, dejando unos 5 cm entre cada bola.
06 -
Mételas al horno por 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén apenas dorados. Déjalas reposar 5 minutos en la bandeja y luego pásalas a una rejilla para que enfríen del todo.
07 -
Como toque final, espolvorea brillo comestible sobre las galletas ya frías si quieres que se vean mágicas.