01 -
En una jarra para masa o un bol pequeño, mezcla con cuidado la harina de trigo, el polvo para hornear y la sal. No te pases mezclando.
02 -
Agrega la masa madre y el agua a la mezcla de harina. Revuelve bien con un batidor hasta que parezca crema para batir. Si está muy espesa, echa un poco más de agua.
03 -
Calienta una sartén a fuego bajo. Pinta con mantequilla el interior de los moldes y acomódalos en la sartén bien caliente.
04 -
Llena los moldes a la mitad con la masa preparada. Tapa la sartén y ve cocinando despacio, durante unos 10 a 20 minutos, hasta que empiecen a salir burbujas en la superficie. Si hace falta, pincha la parte de arriba con un palillo para abrir más agujeritos.
05 -
Cuando veas que la parte de arriba está cocida y con agujeritos, dales vuelta para dorar el otro lado rapidito. Solo hazlo una vez que estén bien cocinados para no arruinar los agujeros. Sírvelos tibios con mantequilla y mermelada.