01 -
Calienta tu horno a 180°C.
02 -
Toma un par de refractarios de vidrio grandes y cubre el fondo con una capa gruesa de salsa de tomate. Si prefieres, pon más para que queden más jugosos.
03 -
Hierve las conchas en agua con sal por unos 10-12 minutos o hasta que estén firmes pero suaves. Escúrrelas y déjalas aparte.
04 -
Mientras las conchas están en el agua, pica las espinacas, corta la cebolla, y muele o corta finamente el ajo. Ten listas las demás cosas para no complicarte después.
05 -
En una sartén chiquita, saltea el ajo y la cebolla a fuego medio-alto hasta que estén transparentes.
06 -
En un bol grande, mezcla el queso ricotta, parmesano rallado, espinacas picadas, y todas las hierbas. Luego agrega las verduras salteadas. Si quieres un relleno más consistente, añade 1-2 huevos batidos suavemente.
07 -
Pon la mezcla dentro de las conchas de pasta usando una cuchara y acomódalas en los refractarios preparados.
08 -
Puedes cubrirlas con más salsa de tomate si te gusta que queden bien bañadas o dejarlas sin cubrir para resaltar el relleno.
09 -
Espolvorea el queso mozzarella encima y, si quieres, añade parmesano extra. Para darle un toque, agrega un poco más de hojuelas de chile y albahaca seca.
10 -
Cubre ligeramente el refractario con papel aluminio y mete al horno por unos 20-30 minutos, hasta que el relleno esté caliente y la salsa haga burbujas. Si el queso no se derrite, retira el papel y deja unos 5-10 minutos más.