01 -
Organiza tres cuencos separados: uno con harina, otro con huevos batidos y el tercero con pan rallado tipo panko.
02 -
Calienta aceite de girasol en una freidora o una olla grande hasta 175°C.
03 -
Agarra cada cubito de tarta de queso y pásalo primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por el pan rallado.
04 -
Mete con cuidado los cubitos empanados en el aceite caliente. Fríelos en tandas pequeñas para que no se peguen, hasta que queden doraditos y crujientes, unos 2-3 minutos.
05 -
Saca los cubitos fritos con una espumadera y ponlos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite. Espolvoréalos con azúcar glas mientras aún están calientes.
06 -
Ofrece estos bocaditos crujientes de tarta de queso tibios con tu salsa favorita, ya sea de fresa o de chocolate.