01 -
Calienta el horno a 220˚C. Pon papel de hornear en una bandeja.
02 -
Divide la masa en 14 trozos iguales. Uno por uno, estira cada trozo formando una tira de unos 20 centímetros de largo.
03 -
Coloca un trozo de queso arriba, luego una albóndiga, y enrolla todo con la masa. Da media vuelta mientras enrollas para asegurar que cubres completamente el queso y la carne. Aprieta bien y usa cualquier sobrante para tapar posibles huecos. Presiona la masa para sellarla y ponla en la bandeja. Repite con el resto de masa, queso y albóndigas.
04 -
En una olla mediana a fuego alto, hierve las 5 tazas de agua. Cuando esté hirviendo, añade el bicarbonato y revuelve hasta que se disuelva. Vuelve a llevar a ebullición.
05 -
Por tandas (unas 3-5 a la vez), mete las bolitas en el agua hirviendo por 20-30 segundos, removiendo suavemente. Sácalas y sécalas con papel de cocina antes de devolverlas a la bandeja. Repite con las bolitas restantes.
06 -
Pinta cada bolita hervida con huevo batido y espolvorea con sal gorda marina.
07 -
Hornea por 15-20 minutos, hasta que estén doraditas por fuera. Sirve calentitas con mostaza, si te apetece.