01 -
Coloca la panceta en una sartén grande de hierro fundido (30 cm) fría. Enciende el fuego a temperatura media y cocina hasta que quede crujiente, removiendo de vez en cuando. Tardará unos 25 minutos.
02 -
Saca la panceta de la sartén con una cuchara agujereada y ponla en un plato con papel absorbente. Reserva. Guarda la grasa en un bote para usar después y deja 4 cucharadas en la sartén.
03 -
Vuelve a poner la sartén a fuego medio. Añade los champiñones, la cebolla y el ajo. Cocínalos hasta que se doren, unos 5 minutos, removiendo ocasionalmente.
04 -
Pon 2 cucharadas más de grasa de panceta en la sartén (o mantequilla si no te queda grasa). Agrega la harina, sal, pimienta y hojuelas de chile. Remueve hasta que la harina se integre con las verduras. Cocina 1 minuto para quitar el sabor a crudo.
05 -
Añade la leche y mezcla bien. Aparta del fuego para que el queso no se corte. Ve añadiendo el queso poco a poco, removiendo entre cada adición.
06 -
Cuando el queso esté completamente derretido en la salsa, agrega las judías verdes y la mitad de la panceta cocinada.
07 -
Mezcla todo bien y vuelve a poner la sartén a fuego medio. Sigue cocinando hasta que las judías estén bien calientes y la salsa haya espesado, unos 3-5 minutos. Espolvorea con el resto de la panceta por encima.