01 -
Pon el horno a calentar a 175°C.
02 -
En una sartén grande, sofríe la carne picada con la cebolla, añade 1/2 cucharadita de sal y 1/4 de pimienta. Cocina hasta que la carne no tenga partes rosadas. Escurre la grasa y aparta.
03 -
En un bol grande, mezcla la crema de pollo, la leche evaporada, la leche normal, 1 cucharadita de sal, 1/4 cucharadita de pimienta y la cebolla en polvo. Déjalo a un lado.
04 -
Engrasa una bandeja de horno de 33x23 cm. Coloca capas empezando con un tercio de las patatas, luego un tercio de la mezcla de carne y termina con una taza de queso rallado. Sazona con un poco de sal y pimienta. Repite este proceso dos veces más.
05 -
Vierte la mezcla de leche por toda la superficie. Tapa con papel aluminio y mete al horno durante 1 hora.
06 -
Pincha las patatas para ver si están blanditas. Destapa y esparce el resto del queso por encima.
07 -
Hornea sin tapar unos 5 minutos más hasta que el queso se derrita bien. Saca del horno y deja reposar la cazuela 15 minutos para que espese antes de servir.