01 -
Coloca los cubitos de mango en una batidora o procesador y tritúralos hasta conseguir una mezcla suave.
02 -
En un bol grande, une el puré de mango con la leche de coco y el azúcar. Añade más o menos azúcar según lo dulce que te guste.
03 -
Si quieres, echa unas gotas de zumo de limón verde para realzar el sabor del mango y darle un toque ácido.
04 -
Para una textura más interesante, mezcla el coco rallado con el resto de la preparación.
05 -
Vierte todo en la heladera y bátelo siguiendo las instrucciones del aparato hasta que quede cremoso.
06 -
Después de batirlo, pasa el helado a un recipiente apto para congelador y déjalo al menos 4 horas, o hasta que esté firme.
07 -
Cuando vayas a servirlo, saca el helado de coco y mango unos minutos antes para que se ablande un poco y sea más fácil de servir.
08 -
Sirve el helado en cuencos o cucuruchos y decóralo con más coco rallado o trocitos de mango fresco si te apetece.
09 -
¡Saborea este refrescante helado tropical y deja que te transporte al verano!