01 -
En un recipiente amplio, mezcla los nachos triturados con la leche. Déjalos reposar unos 10 minutos para que se absorba todo el líquido.
02 -
Agrega al bowl la carne molida, los jalapeños picados, el queso manchego, el ajo en polvo, el pimentón y la sal. Mezcla todo con las manos o una cuchara grande hasta que se integre bien.
03 -
Con una porción de ⅓ a ½ taza de la mezcla, forma bolitas del tamaño deseado. Repite hasta usar toda la mezcla.
04 -
Pon las bolitas en un plato o charola y enfríalas en el refrigerador por unos 30 minutos para que se compacten.
05 -
Prepara una parrilla con dos zonas de calor. Si usas carbón, coloca las brasas en un lado dejando un área menos caliente. Si es de gas, prende solamente un quemador a un lado y precalienta a temperatura media (175-190°C).
06 -
Coloca las albóndigas en la parte fría de la parrilla y tapa. Asar durante 25 a 35 minutos, hasta que el centro alcance unos 75°C.
07 -
Saca las albóndigas de la parrilla, déjalas reposar un momento y ya están listas para disfrutarse.