01 -
Pon el horno a calentar a 180°C (350°F).
02 -
Hierve la pasta en una olla grande siguiendo las instrucciones del paquete. Mientras tanto, añade 2 cucharaditas de sal al agua para sazonar. Una vez lista, escurre la pasta y regresa la pasta caliente a la olla.
03 -
Echa la mantequilla directamente en la pasta caliente y mezcla hasta que se derrita por completo. Luego sazona con la pimienta y la sal restante.
04 -
Incorpora el queso rallado (mitad del cheddar, el manchego, el Oaxaca y el gouda) junto con el queso fresco desmoronado en la olla. Remueve todo hasta que los quesos queden bien repartidos.
05 -
Bate los huevos y mézclalos con la leche evaporada. Vierte esta mezcla sobre la pasta y remueve todo hasta que esté bien integrado.
06 -
Pasa la mezcla de pasta y quesos a un molde grande para hornear (aproximadamente 23x33 cm). Extiende la mezcla de manera uniforme y cubre con la otra mitad del queso cheddar.
07 -
Mete el molde al horno precalentado y déjalo cocinar por entre 40 y 45 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante.