01 -
Pela y quita el corazón de las manzanas, luego córtalas en rodajas uniformes de unos 0,5 a 1 cm de grosor.
02 -
Pon las rodajas de manzana en la olla de cocción lenta y añade azúcar moreno, azúcar blanco, canela molida, nuez moscada, sal y clavo molido. Remueve bien para que todos los ingredientes se mezclen por igual.
03 -
Tapa y cocina a temperatura alta durante unas 5 horas, o hasta que las manzanas estén blanditas y doradas.
04 -
Usa una batidora de mano para hacer puré directamente en la olla. Si no tienes, pasa con cuidado la mezcla a una licuadora y bate hasta conseguir la textura que quieras. Añade la vainilla para darle más profundidad al sabor.
05 -
Cocina destapado por otros 30-45 minutos para que la compota se espese. Remueve de vez en cuando para que no se pegue.
06 -
Vierte la compota en frascos limpios y esterilizados y deja que se enfríe del todo. Guárdala en la nevera hasta 2 semanas o congélala hasta 3 meses para conservarla más tiempo.