01 -
Pela las papas y corta los extremos para que queden planas en ambos lados. Haz cilindros de aproximadamente 5 cm de altura.
02 -
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande que puedas meter al horno, a fuego medio-alto. Salpica las papas con sal y pimienta y colócalas en la sartén. Cocina por 5-6 minutos de un lado hasta que estén doradas. Voltea y dora el otro lado por otros 5-6 minutos.
03 -
Baja el fuego a medio y pon la mantequilla en la sartén. Cuando se derrita y empiece a espumar, agrega las ramitas de tomillo y el ajo. Inclina un poco la sartén y con una cuchara rocía la mantequilla derretida sobre las papas.
04 -
Vierte cuidadosamente el caldo en la sartén. Trata de no echarlo directamente sobre las papas para que la parte de arriba se mantenga crujiente. Mete la sartén a un horno precalentado a 200°C y hornea entre 25 y 30 minutos, o hasta que las papas estén blanditas por dentro y el caldo casi desaparezca.
05 -
Saca las papas del horno y retira el ajo y el tomillo. Echa un poco del caldo con mantequilla que quede al fondo sobre las papas para darles más sabor antes de servir.