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                Ingredientes
- Patatas Monalisa: Pela 6 medianas y córtalas en cilindros gruesos. No te compliques, sólo asegúrate de que sean gorditas. La textura que queda es super suave.
 - Aceite de oliva virgen extra: Dale alegría a la sartén con 2 cucharadas. Así lograrás ese acabado dorado irresistible.
 - Mantequilla: Ponte generoso con 3 cucharadas. Se va a mezclar con el aceite para envolver las patatas en sabor.
 - Ajo: Usa 3 dientes, machácalos. Le dan gracia y un aroma de los que abren el apetito.
 - Caldo: Vierte 1 taza de caldo de verduras o de pollo, el que tengas, para que las patatas queden bien jugosas.
 - Tomillo fresco: Añade 4 o 5 ramitas para que huela divino.
 - Sal y pimienta: Echa a ojo según tu gusto para alegrar el conjunto.
 
Instrucciones
- Paso 1:
 - Enciende el horno a 200°C (400°F) para ir ganando tiempo. Prepara las patatas retirando los dos extremos y cortándolas en cilindros bien gorditos.
 - Paso 2:
 - En una sartén grande que aguante horno, pon el aceite a calentar fuego medio-alto. Mientras calienta, salpimienta bien las patatas por los dos lados.
 - Paso 7:
 - Cuando las saques, elimina el tomillo y los ajos. Aprovecha el juguito que quedó en la sartén y échalo por encima antes de servirlas.
 - Paso 3:
 - Pon las patatas en la sartén y déjalas unos 6 minutos por un lado hasta que estén bien doradas. Luego dales la vuelta y repite por el otro lado. Van a coger color y textura crujiente.
 - Paso 6:
 - Lleva la sartén al horno y deja que las patatas se cocinen unos 25 o 30 minutos. Cuando estén blanditas por dentro y casi no quede caldo, listas.
 - Paso 4:
 - Baja el fuego y añade la mantequilla. Cuando burbujee, suma el ajo machacado y las ramas de tomillo. Usa una cuchara para empapar las patatas con esa grasa derretida.
 - Paso 5:
 - Con cuidado, añade el caldo en la sartén, pero que no caiga encima de las patatas para que la parte de arriba siga crujiente. Esto ayuda a que se terminen de hacer bien y cojan sabor.
 
Sugerencias para servir y guardar
- Estas patatas quedan geniales recién hechas, cuando aún están calientes y crujientes. Van genial con cualquier carne asada o pescado.
 - ¿Sobró algo? Mételas en un recipiente cerrado en la nevera, aguantan un par de días. Para volver a tener la corteza crujiente, sólo hornéalas un rato después.
 - Si quieres que luzcan más, pon unas hojitas de perejil fresco o cebollino picado por encima. Quedan súper vistosas y más sabrosas.
 
Notas útiles
- Si tienes un caldo diferente tipo de carne o setas, úsalo para darle más chispa al sabor.
 - ¿Buscas que queden más cremosas? Durante el horneado, no dudes en echarles más mantequilla.
 - La variedad Monalisa es la bomba para este plato, pero si no hay, las rojas o las blancas también te sacan del apuro.
 
Consejos de chefs famosos
- Jacques Pépin: Recuerda echar el jugo por encima una y otra vez mientras se doran para lograr ese toque dorado tan característico.
 - Gordon Ramsay: No las muevas al principio y deja que se caramelicen quietas, así logran un color espectacular.
 - Ina Garten: Busca buena mantequilla, no escatimes, porque eso eleva el sabor final más de lo que imaginas.