
Pechugas de pollo tiernas y jugosas aromatizadas con una mantequilla compuesta de albahaca fresca y ajo, luego doradas en sartén hasta obtener una piel dorada perfecta mientras la carne se mantiene húmeda y suculenta. La magia ocurre cuando la mantequilla aromatizada se derrite lentamente durante la cocción, bañando el pollo desde dentro y creando capas de sabores mediterráneos que transforman una simple pechuga en algo extraordinario.
Tras años cocinando pechugas de pollo, que suelen quedar secas y sosas, descubrí que crear un bolsillo de mantequilla aromatizada bajo la piel actúa como un sistema de distribución de sabor. Mientras la mantequilla se derrite durante la cocción, baña constantemente la carne desde dentro, garantizando que cada bocado quede perfectamente sazonado y jugoso. Esta técnica transformó mi forma de cocinar pechugas de pollo, haciéndolas infalibles y consistentemente deliciosas.
Ingredientes Esenciales
- Pechugas de pollo con hueso: El hueso aporta sabor adicional y ayuda a mantener la humedad durante la cocción. Elige piezas con la piel intacta y sin manchas
- Albahaca fresca: Sus notas dulces y picantes crean la base del sabor. Busca hojas de color verde brillante sin manchas oscuras
- Mantequilla de calidad: Usa mantequilla sin sal de Asturias si es posible, ya que su alto contenido en grasa crea un resultado más rico
- Ajo fresco: Pícalo tú mismo en lugar de usar ajo pre-picado para obtener el sabor más intenso
- Aceite de oliva virgen extra: Elige un aceite de calidad de Jaén o Córdoba ya que su sabor será prominente en el plato final
Preparación
- Preparar la Mantequilla Compuesta
- Empieza con mantequilla a temperatura ambiente para asegurar una mezcla uniforme. Pica finamente las hojas de albahaca hasta que liberen sus aceites, luego combina con el ajo recién picado, trabajándolos en la mantequilla ablandada hasta que estén bien distribuidos. Sazona generosamente con sal y pimienta, luego refrigera hasta que esté lo suficientemente firme para untar pero aún maleable. Este paso puede hacerse con varias horas de antelación, permitiendo que los sabores se infusionen completamente en la mantequilla.
- Preparar el Pollo
- Con los dedos, crea cuidadosamente un bolsillo entre la piel y la carne de cada pechuga, siendo suave para mantener la piel intacta. Tómate tu tiempo con este paso - una separación cuidadosa significa mejor distribución de la mantequilla y piel más crujiente. Sazona el pollo generosamente con sal y pimienta por todos lados, luego extiende la mantequilla compuesta enfriada uniformemente bajo la piel, masajeando suavemente para distribuirla por toda la pechuga.
- Cocción Inicial
- Calienta tu sartén más grande de fondo grueso a fuego medio hasta que esté caliente, luego añade suficiente aceite de oliva para cubrir el fondo generosamente. Coloca rodajas de limón fresco en una sola capa - infusionarán el aceite con notas cítricas mientras crean una base sabrosa para el pollo. Coloca las pechugas preparadas con la piel hacia arriba, asegurándote de que no se toquen entre sí. Cubre con una tapa que ajuste bien y reduce el fuego a medio-bajo, permitiendo que el pollo se cocine suavemente. Este proceso de cocción lenta asegura que la carne permanezca jugosa mientras la mantequilla se derrite gradualmente en cada fibra.
- Acabado Dorado
- Una vez que el líquido inicial se haya evaporado y el pollo esté casi cocido (aproximadamente 15-20 minutos), aumenta el fuego a medio-alto. Esta etapa final es crucial para desarrollar esa codiciada piel dorada. Observa atentamente mientras la piel se dora, lo que debería tomar unos 3-5 minutos. Voltea solo una vez para terminar de cocinar el otro lado, bañando con los jugos de la sartén. El pollo está listo cuando un termómetro de carne marca 74°C en la parte más gruesa.
- Reposo y Presentación
- Transfiere el pollo a una fuente caliente y déjalo reposar al menos 5 minutos - esto permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne. Durante el reposo, la temperatura interna seguirá subiendo ligeramente. Vierte los jugos de la sartén sobre el pollo y decora con hojas de albahaca fresca y las rodajas de limón caramelizadas de la sartén.

Sugerencias para Servir
Crea una comida mediterránea completa acompañando con patatas al ajillo y una ensalada de rúcula aliñada simplemente con limón y aceite de oliva. Un trozo de pan de pueblo es perfecto para mojar los sabrosos jugos de la sartén. Para una opción más ligera, sirve sobre una cama de espinacas salteadas con tomates cherry.
Personalización de la Receta
Transforma este plato clásico experimentando con diferentes perfiles de sabor. Considera añadir ralladura de limón a la mantequilla compuesta para notas cítricas. Reemplaza parte de la albahaca con salvia o tomillo fresco para un perfil más terroso. Para mayor riqueza, coloca finas lonchas de jamón serrano bajo la piel junto con la mantequilla de hierbas. Crea una ligera salsa de sartén añadiendo vino blanco y caldo de pollo después de retirar el pollo, reduciendo hasta que espese ligeramente. Para una comida más sustanciosa, añade tomates cherry partidos por la mitad y champiñones a la sartén durante los últimos diez minutos de cocción.
Preparación Anticipada
Prepara la mantequilla compuesta hasta con tres días de antelación, manteniéndola bien envuelta en la nevera. El pollo puede prepararse con la mantequilla bajo la piel hasta 24 horas antes - simplemente cubre y refrigera, luego deja que alcance temperatura ambiente durante 30 minutos antes de cocinar.
Conservación y Recalentamiento
Guarda el pollo sobrante en un recipiente hermético hasta tres días. Para recalentar sin que se seque, coloca en una fuente tapada con un chorrito de caldo de pollo. Calienta en un horno a 170°C hasta que esté caliente, aproximadamente 15-20 minutos. Alternativamente, corta el pollo antes de recalentar para reducir el tiempo de calentamiento.

Lo que comenzó como un intento de elevar unas simples pechugas de pollo se ha convertido en una de mis recetas más fiables tanto para cenas familiares como para invitados. La combinación de mantequilla aromatizada con hierbas y una cocción cuidadosa crea un pollo consistentemente jugoso y sabroso. Ya sea que cocines para una cena familiar tranquila o recibas invitados, este plato demuestra que unos pocos ingredientes de calidad y la técnica adecuada pueden transformar un humilde pollo en algo verdaderamente memorable.
Preguntas Frecuentes
- → Se puede preparar con antelación
- Claro, puedes dejar el pollo listo con la mantequilla en el refrigerador. Sácalo 15 minutos antes de cocinarlo para que tome temperatura ambiente.
- → Como saber si el pollo ya está listo
- Es mejor usar un termómetro para carne. Asegúrate que llegue a los 74°C como temperatura interna.
- → Puedo usar pollo sin hueso
- Puedes hacerlo, pero es mejor con piel para que la mantequilla quede mejor distribuida y dé más sabor.
- → Cuál es la mejor forma de recalentar las sobras
- Caliéntalo suavemente en el microondas con un poco de caldo de pollo para que no se seque o disfrútalo frío.
- → Puedo sustituir la albahaca fresca por albahaca seca
- Para mejores resultados, usa albahaca fresca ya que aporta un sabor más intenso al mezclarla con la mantequilla.