01 -
Limpia bien las patatas y córtalas en gajos pequeños. Los trozos no deben ser más gruesos que 1 cm en la parte exterior. Intenta que todos los gajos queden más o menos del mismo tamaño.
02 -
Coloca los gajos en un recipiente grande y cúbrelos con agua. Déjalos en remojo mínimo 1 hora (mejor toda la noche).
03 -
En un bol pequeño, mezcla la leche con el huevo. Bátelos hasta que queden bien integrados.
04 -
En otro recipiente, junta la harina, sal, sal de ajo, cebolla en polvo, pimienta negra y el condimento para aves.
05 -
Calienta el aceite a 175°C.
06 -
Pasa las patatas por la mezcla de harina, luego por la mezcla de huevo, y otra vez por la harina.
07 -
Pon las patatas rebozadas en una rejilla sobre una bandeja de horno para que se sequen. El rebozado se pegará mejor si las dejas reposar unos 5 a 10 minutos antes de freírlas.
08 -
Fríe las patatas por tandas durante 5 o 6 minutos, sácalas y ponlas en una rejilla para que escurran.
09 -
Después de la primera cocción, vuelve a meter cada tanda de patatas en el aceite otros 3 a 4 minutos. Esta segunda fritura hará que queden súper crujientes por fuera. Al sacarlas, escúrrelas en la rejilla y sírvelas inmediatamente.