01 -
Calienta tu horno a 200°C (400°F).
02 -
En un recipiente mediano, corta la mantequilla fría junto con el azúcar blanca, morena, canela, sal y harina hasta conseguir una mezcla con textura de migas.
03 -
Coloca la masa de hojaldre separada en 8 triángulos sobre una bandeja sin engrasar. Esparce las migas de manera uniforme por encima de los triángulos.
04 -
Mete al horno ya caliente durante 8-12 minutos, o hasta que la masa esté doradita.
05 -
Mientras se hornea, prepara el glaseado. Mezcla en un bol pequeño el azúcar glas, la mantequilla blanda, la esencia de vainilla y la leche hasta que quede suave. Si está muy líquido, añade más azúcar glas hasta lograr la consistencia que te guste.
06 -
Cuando los rollitos estén horneados y enfriados, puedes cortarlos en triángulos más pequeños si quieres. Rocía el glaseado por encima de los crujientes de azúcar y sírvelos.