01 -
Echa aceite de oliva en una sartén grande y calienta a fuego medio. Cocina los trozos de pollo durante unos 3 minutos por cada lado hasta que estén doraditos.
02 -
Si el pollo tiene humedad, sécalo con papel de cocina. Luego sazona el pollo con el adobo, asegurándote de cubrirlo bien por todos lados.
03 -
Coloca el arroz amarillo, el agua y el cubito de caldo de tomate en la sartén junto al pollo. Remueve todo y sube el fuego hasta que hierva.
04 -
Cuando comience a hervir, baja la flama, pon una tapa en la sartén y deja todo cociendo a fuego lento durante 20-25 minutos. Verifica que el arroz esté bien cocido antes de apagar.
05 -
Con el arroz ya listo, mezcla el queso blanco y la leche. Usa un tenedor para combinar bien todos los ingredientes.
06 -
Sirve el platillo caliente, asegurándote de que cada porción tenga pollo, arroz y la mezcla cremosa de queso.