01 -
Enciende el horno a 190°C (375°F) y engrasa un molde rectangular de unos 23x33 cm con un poco de mantequilla o aceite en aerosol.
02 -
Hierve agua con sal en una olla grande y cocina la pasta rotini siguiendo las indicaciones del paquete hasta que esté al dente. Cuela la pasta, aparta 1 taza del agua de cocción y déjala a un lado.
03 -
Pon en un bol grande la pasta cocida, el pollo desmenuzado o en trozos, las salsas Alfredo y la de ajo con parmesano, junto con la mitad de los quesos parmesano y mozzarella. Salpica con sal y pimienta.
04 -
Revuelve bien la mezcla hasta que quede bien integrada. Si todo está muy seco, agrega poco a poco el agua de la pasta hasta conseguir una textura jugosa.
05 -
Vierte la mezcla de pasta en el molde que preparaste, extendiéndola para que quede uniforme.
06 -
Añade por encima el resto del queso mozzarella y parmesano, repartiéndolos por toda la superficie.
07 -
Pon papel aluminio sobre el molde y hornéalo durante unos 20-25 minutos, hasta que el queso se derrita y esté burbujeando.
08 -
Si quieres una capa dorada, gratina el plato unos 2-3 minutos al final, pero vigila para que no se queme.
09 -
Cuando saques el molde del horno, déjalo reposar tapado unos 5 minutos. Decora con perejil fresco si te apetece y sírvelo caliente. ¡A disfrutar!