01 -
En un sartén caliente con un chorrito de aceite, cocina la espinaca por unos 3-5 minutos hasta que esté ligeramente suave. Agrega la ricotta, mezcla bien y deja cocinar unos segundos más. Retira del fuego y deja enfriar.
02 -
Usando un cuchillo, realiza cortes en las pechugas de pollo con una separación de aproximadamente 1 cm, sin llegar al fondo (calcula cortar alrededor del 75% de profundidad). Rellena cada ranura con la mezcla de espinaca y ricotta.
03 -
Espolvorea sal y pimienta negra por encima del pollo. Ralla el queso manchego y cúbrelo abundantemente. Añade un toque de pimentón dulce para darle sabor y color extra.
04 -
Precalienta el horno a 200°C (400°F). Coloca las pechugas rellenas en el centro del horno y déjalas hornear durante 20-25 minutos, hasta que el queso esté derretido y los jugos del pollo salgan claros.