01 -
Mezcla las galletas trituradas con el azúcar y la mantequilla derretida en un recipiente. Revuelve hasta que quede uniforme.
02 -
Reparte esta mezcla en vasos pequeños o copas, presionando bien para formar la base. Déjalos a un lado.
03 -
Bate el queso crema con el azúcar glas en un bol grande hasta que quede cremoso.
04 -
Añade la vainilla al queso y mezcla bien.
05 -
En otro recipiente, monta la crema para batir hasta que forme picos firmes.
06 -
Incorpora poco a poco la crema montada a la mezcla de queso hasta que todo quede bien integrado.
07 -
Con una cuchara o manga pastelera, coloca el relleno sobre la base en los vasos.
08 -
Tritura las fresas liofilizadas y las galletas María hasta que queden en polvo.
09 -
Mezcla este polvo con la mantequilla derretida hasta que tenga una textura tipo migajas.
10 -
En un bol pequeño, combina las fresas frescas, el azúcar normal y el jugo de limón. Déjalas reposar unos 5-10 minutos para que suelten su jugo.
11 -
Espolvorea el crujiente de fresa sobre la capa de queso en cada vaso.
12 -
Agrega una capa de la mezcla de fresas como cobertura.
13 -
Lleva los vasos al refrigerador por, al menos, una hora antes de servir.