01 -
Prende el horno a 190˚C (375˚F) para que se vaya calentando.
02 -
Utiliza una mandolina o cuchillo bien afilado para cortar las papas en rebanadas finas y uniformes.
03 -
Coloca las rebanadas de papa desde el centro hacia afuera en un sartén de hierro fundido de 33 cm, formando un diseño circular.
04 -
Pon una parte del queso cheddar, una parte del queso Gruyère y la mitad de las rebanadas de jamón.
05 -
Añade otra capa de papas, formando círculos hasta cubrir el sartén. Coloca otro tercio del queso cheddar y Gruyère junto con lo que queda del jamón.
06 -
Termina con una última capa de papas acomodándolas en espiral sobre el centro del sartén.
07 -
Encima, distribuye el resto del queso cheddar y Gruyère de manera uniforme.
08 -
Tapa el sartén con papel aluminio engrasado y hornea durante unos 40 minutos.
09 -
Saca el sartén del horno y cambia la temperatura a 200˚C (400˚F).
10 -
En un bol, combina la harina, ajo picado, parmesano, sal y pimienta. Mézclalo bien hasta que quede uniforme.
11 -
Poco a poco, agrega la crema a la mezcla mientras bates para que no queden grumos.
12 -
Quita el aluminio del sartén y vierte la mezcla de crema cubriendo las papas por completo.
13 -
Hornea entre 10 y 15 minutos más, hasta que el queso esté dorado y bien derretido.
14 -
Deja que se enfríe por al menos 30 minutos. Corta en porciones y sirve.
15 -
Espolvorea perejil fresco picado por encima antes de llevar a la mesa.