
Este Frappuccino de Caramelo es la versión casera ideal del famoso favorito de Starbucks. Con unos pocos ingredientes básicos, puedes disfrutar un frappuccino refrescante y cremoso desde tu propia cocina, con un sabor intenso a caramelo que se combina perfectamente con el gusto fuerte del café.
Ingredientes
- Café Intenso: 2 tazas, enfriado, para dar una base potente y rica al frappuccino.
- Leche Entera: 2 tazas, aporta cremosidad y suavidad a la bebida.
- Sirope de Caramelo: 1/3 taza, da ese sabor dulce y mantecoso que caracteriza este frappuccino.
- Hielo: 4 tazas, proporciona esa textura helada y refrescante.
- Azúcar: 1 cucharadita, para realzar la dulzura y equilibrar los sabores.
- Nata Montada (Opcional): para decorar, añade un toque lujoso con su textura ligera y esponjosa.
Instrucciones
- Paso 1:
- Pon en la licuadora el hielo, el café frío, la leche entera, el sirope de caramelo y el azúcar. Esta mezcla creará el equilibrio perfecto entre el sabor robusto del café y la dulzura del caramelo.
- Paso 2:
- Bate a máxima potencia hasta que el hielo esté finamente picado y la mezcla quede homogénea. Esto dará a tu frappuccino esa textura helada característica que lo hace tan refrescante.
- Paso 3:
- Vierte el frappuccino ya batido en vasos, listo para disfrutar.
- Paso 4:
- Si lo deseas, corona cada vaso con un buen montón de nata montada y un chorrito de sirope de caramelo. Esto no solo suma una capa extra de sabor sino que también hace que la bebida luzca tan tentadora como sabe.
- Paso 5:
- Sírvelo al momento y disfruta de tu Frappuccino de Caramelo casero, ideal para cualquier momento en que necesites un subidón dulce y fresco.
Consejos para servir y conservar
- Sirve el Frappuccino de Caramelo justo después de batirlo para conseguir la mejor textura y sabor.
- Si prefieres un sabor a café más fuerte, puedes usar café espresso en lugar de café normal.
- Para una experiencia más golosa, echa un chorrito de sirope de caramelo por dentro del vaso antes de verter el frappuccino.
- Este frappuccino se disfruta mejor recién hecho, pero puedes guardar las sobras en el congelador por poco tiempo. Bátelo de nuevo antes de servir si se pone demasiado espeso.