
El pollo a la francesa es una sabrosa mezcla de sabores italianos y americanos, con pechugas de pollo jugosas cubiertas por una corteza dorada y ligera, bañadas en una salsa ácida de limón y vino blanco. Este platillo va genial para una cena especial, con un sabor elegante que es sorprendentemente fácil de preparar en casa.
Ingredientes
- Pechugas de pollo: 2 grandes, sin piel ni hueso, cada una de unos 250-300g, que cortaremos para hacer cuatro filetes delgados y tiernos.
- Harina: 1/4 taza de harina normal, mezclada con sal y pimienta, da un recubrimiento ligero que ayuda a lograr un exterior crujiente y dorado.
- Sal: 1 cucharadita, usada tanto en la mezcla de harina como en la salsa, realza el sabor general del plato.
- Pimienta negra: 1 cucharadita, incorporada en la harina, añade un toque picante sutil al pollo.
- Huevos: 2 grandes, batidos con 1 cucharada de leche, forman la base del rebozado que cubre el pollo antes de freírlo.
- Leche: 1 cucharada (cualquier tipo) ayuda a suavizar el rebozado para un recubrimiento uniforme.
- Aceite de oliva virgen extra: 3 cucharadas se usan para cocinar el pollo, aportando un sabor rico y ayudando a conseguir esa costra dorada perfecta.
- Limón: 1 limón, cortado en rodajas finas, sirve tanto de adorno como para infundir la salsa con un sabor fresco y cítrico.
- Mantequilla: 50g (3 cucharadas) sin sal añade cremosidad a la salsa y ayuda a espesarla.
- Caldo de pollo: 2 tazas de caldo bajo en sodio forman la base de la salsa, añadiendo profundidad y riqueza.
- Vino blanco seco: 1/3 taza de vino blanco seco como Albariño o Verdejo añade un toque de acidez y complejidad a la salsa.
- Perejil: 1 cucharada picado fino (opcional) sirve de guarnición, dando un toque fresco y verde al plato.
Instrucciones
- Paso 1:
- Empieza cortando cada pechuga horizontalmente para crear cuatro filetes finos en total. Esto garantiza que el pollo se cocine parejo y absorba mejor los sabores.
- Paso 2:
- En un plato hondo, mezcla los huevos y la leche. Deja este rebozado a un lado para cubrir el pollo después.
- Paso 3:
- En otro plato, junta la harina, la sal y la pimienta. Usa tus dedos para mezclar todo bien y asegurar que la sal y pimienta se distribuyan uniformemente. Pasa cada filete por la mezcla de harina, sacude el exceso y déjalos en un plato.
- Paso 4:
- Calienta el aceite en una sartén grande antiadherente a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, moja cada trozo de pollo en el huevo, deja que gotee el exceso y colócalo en la sartén. Cocina unos 3 minutos por el primer lado hasta que se dore. Voltea el pollo, baja el fuego a medio, y cocina 4 minutos más hasta que el segundo lado esté dorado y el pollo cocinado (temperatura interna de 68°C). Saca el pollo y resérvalo.
- Paso 5:
- Añade las rodajas de limón a la sartén y cocínalas un minuto hasta que empiecen a ablandarse y dorarse ligeramente. Voltéalas y cocina otros 30 segundos. Retíralas y ponlas junto al pollo.
- Paso 6:
- Limpia la sartén con papel de cocina para quitar restos quemados. Vuelve a ponerla a fuego medio y añade la mantequilla, dejando que se derrita completamente.
- Paso 7:
- Incorpora la harina restante y cocínala un minuto para eliminar el sabor a crudo. Sin dejar de remover, vierte lentamente la mitad del caldo. Sigue removiendo hasta que la harina se disuelva completamente en el líquido, creando una base suave para la salsa.
- Paso 8:
- Añade poco a poco el resto del caldo, luego el vino blanco y la 1/2 cucharadita adicional de sal. Remueve bien la salsa para mezclar todos los ingredientes.
- Paso 9:
- Sube un poco el fuego y deja que la salsa hierva a fuego lento 3-4 minutos hasta que espese como un almíbar. La salsa debería cubrir el dorso de una cuchara cuando esté lista.
- Paso 10:
- Devuelve el pollo cocinado y las rodajas de limón a la sartén, bañando el pollo con la salsa para que quede bien cubierto. Deja que el pollo se caliente en la salsa durante un minuto.
- Paso 11:
- Espolvorea con perejil picado si quieres y sirve enseguida, asegurándote de que cada plato lleve bastante salsa de limón y vino blanco. Disfruta tu Pollo a la Francesa con el acompañamiento que prefieras, como pasta, arroz o ensalada verde fresca.
Consejos para servir y guardar
- Sirve el Pollo a la Francesa caliente, con mucha salsa de limón y vino blanco por encima. Combina genial con pasta, arroz o una ensalada verde fresca.
- Si te sobra, guárdalo en un recipiente hermético en la nevera hasta 3 días. La salsa espesará al enfriarse, así que quizás necesites añadir un chorrito de caldo o agua al recalentar.
- Para recalentar, pon el pollo y la salsa en una sartén tapada a fuego bajo hasta que se caliente. También puedes usar microondas, pero tápalo para mantener la humedad.
- Para una comida más contundente, sirve el pollo con pan de ajo o puré de patatas para mojar en la sabrosa salsa.
Consejos de chefs conocidos
- El chef Karlos Arguiñano recomienda usar hierbas frescas como perejil o albahaca para adornar el plato, añadiendo color y frescura.
- El chef Jordi Cruz aconseja dejar reposar la salsa unos minutos antes de servir para que los sabores se mezclen perfectamente.
- El chef Alberto Chicote sugiere añadir una pizca de guindilla a la salsa para darle un toque picante sutil.