
Ingredientes
- Leche tibia: 1 taza para activar la levadura y lograr una masa suave.
- Azúcar: 2 cucharadas para alimentar la levadura y dar un toque dulce.
- Levadura seca: 2 cucharaditas para fermentar la masa y hacerla crecer.
- Harina de fuerza: 3 tazas para una estructura firme y masticable.
- Sal: 1 cucharadita para realzar el sabor.
- Mantequilla: 2 cucharadas, ablandada, para dar riqueza y humedad a la masa.
- Huevo: 1 huevo grande para dar estructura y suavidad.
- Jamón cocido: 1 taza, cortado en dados, para el relleno salado.
- Queso manchego: 1 taza, rallado, para un relleno derretido y quesoso.
- Mantequilla derretida: Mantequilla extra derretida para pincelar los rollos y conseguir una corteza dorada.
Preparación
- Paso 1:
- En un tazón pequeño, mezcla 1 taza de leche tibia, 2 cucharadas de azúcar y 2 cucharaditas de levadura seca. Déjalo reposar unos 5-10 minutos hasta que esté espumoso. Esto despierta la levadura y asegura que tu masa crezca bien.
- Paso 2:
- En un recipiente grande, junta 3 tazas de harina de fuerza y 1 cucharadita de sal. Añade la mantequilla blanda, el huevo y la mezcla de levadura. Revuelve hasta formar una masa. Si está pegajosa, agrega más harina; si está seca, un poco más de leche.
- Paso 3:
- Amasa sobre una superficie enharinada durante 5-7 minutos hasta que quede suave y elástica. Esto ayuda a desarrollar el gluten, dando a los rollos su estructura y textura.
- Paso 4:
- Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrela con un paño húmedo y déjala crecer en un lugar cálido por 1 hora o hasta que doble su tamaño. Este primer crecimiento es clave para una textura ligera y aireada.
- Paso 5:
- Aplasta la masa para liberar burbujas de aire y estírala formando un rectángulo de unos 0.6 cm de grosor. Esparce el jamón en dados y el queso rallado de manera uniforme sobre la masa.
- Paso 6:
- Empieza por el lado largo y enrolla la masa firmemente, sellando el borde. Corta el rollo en 12 rebanadas y ponlas con el corte hacia abajo en una bandeja engrasada, dejando espacio entre cada una para que crezcan.
- Paso 7:
- Tapa con un paño húmedo y deja que los rollos crezcan otros 30 minutos. Este segundo aumento garantiza que los rollos queden ligeros y esponjosos.
- Paso 8:
- Precalienta el horno a 190°C. Pincela los rollos con mantequilla derretida para que se doren bonito. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados.
- Paso 9:
- Saca los rollos del horno y déjalos enfriar un poco antes de servir. Disfruta los rollos de pan con jamón y queso tibios para el mejor sabor y textura.
Consejos para servir y guardar
- Sirve los rollos calientes, recién salidos del horno, para disfrutar al máximo del queso derretido y el sabroso jamón.
- Acompáñalos con una ensalada o una sopa para una comida completa.
- Guarda los rollos sobrantes en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 2 días.
- Para conservarlos más tiempo, mételos en una bolsa apta para congelador y congélalos hasta 3 meses. Descongela a temperatura ambiente o calienta en el horno antes de servir.
Notas útiles
- Puedes usar cualquier tipo de queso; el gouda o la mozzarella son buenas alternativas al manchego.
- Puedes añadir un poco de mostaza o mayonesa dentro de los rollos antes de hornear para más sabor.
- Para un toque picante, agrega jalapeños picados o una pizca de chile en polvo al relleno.
Consejos de chefs famosos
- El chef Paul Hollywood sugiere asegurarse de que la masa esté bien amasada y suave para lograr la mejor textura.
- La chef Mary Berry recomienda usar jamón y queso de alta calidad para conseguir rollos más sabrosos.
- El chef Gordon Ramsay aconseja dejar que los rollos se enfríen un poco antes de servir para que los sabores se mezclen mejor.