
Ingredientes
- Solomillos: Escoge cortes de primera calidad para lograr el mejor resultado.
- Gambas peladas y sin vena: Las frescas son mejores, pero puedes usar congeladas si las descongelan bien antes.
- Carne de langosta troceada: Puedes usar langosta fresca o en conserva, solo asegúrate que esté bien escurrida y cortada en trozos pequeños.
- Nata para cocinar: Será la base de tu salsa cremosa y rica.
- Mantequilla: Da sabor y ayuda a cocinar la carne y los mariscos.
- Ajo picado: El ajo fresco aporta un aroma maravilloso y profundidad al plato.
- Vino blanco (opcional): Usa un vino blanco seco para desglasear la sartén y realzar el sabor de la salsa.
- Perejil fresco picado: Añade color y frescura como decoración.
- Sal y pimienta: Fundamentales para sazonar tanto la carne como la salsa.
Preparación
- Paso 1:
- Prepara los Solomillos: Sazona la carne generosamente con sal y pimienta por ambos lados. Calienta una cucharada de mantequilla en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, añade los solomillos y cocínalos a tu gusto. Para un punto poco hecho, unos 4-5 minutos por cada lado. Retira la carne de la sartén y déjala reposar en un plato, cubierta con papel aluminio para mantenerla caliente.
- Paso 2:
- Cocina los Mariscos: En la misma sartén, añade otra cucharada de mantequilla y sofríe el ajo hasta que suelte su aroma, unos 30 segundos. Agrega las gambas y la langosta troceada. Cocina hasta que las gambas se vuelvan rosadas y opacas, unos 3-4 minutos. Ten cuidado de no pasarte. Retira los mariscos y resérvalos.
- Paso 3:
- Prepara la Salsa Cremosa: Desglasea la sartén con un chorrito de vino blanco, si lo usas, rascando los trozos dorados del fondo. Esto enriquecerá la salsa. Vierte la nata en la sartén y llévala a un hervor suave. Deja que se reduzca y espese, removiendo de vez en cuando, unos 5-7 minutos. Devuelve los mariscos a la sartén para que se calienten en la salsa otros 2-3 minutos.
- Paso 4:
- Monta el Plato: Coloca los solomillos reposados en los platos de servir. Cubre generosamente cada trozo de carne con la salsa cremosa de gambas y langosta. La salsa debe cubrir la carne y caer por los lados, creando una presentación apetitosa. Decora con perejil picado para darle color y frescura.
- Paso 5:
- Sirve: Este lujoso Solomillo con Gambas y Salsa Cremosa de Langosta queda perfecto con puré de patatas o verduras al vapor. La riqueza de la salsa combina genial con guarniciones sencillas, creando una comida completa y satisfactoria.
Consejos para servir y conservar
- Sirve el solomillo inmediatamente después de emplatar para que la carne siga tierna y la salsa caliente.
- Acompaña el plato con puré de patatas cremoso, verduras asadas o una ensalada fresca.
- Para un toque gourmet, decora con una ramita de perejil fresco o un chorrito de aceite de trufa.
- Las sobras pueden guardarse en un recipiente hermético en la nevera hasta 2 días. Recalienta suavemente en la sartén o microondas, añadiendo un poco de nata si hace falta para mantener la consistencia de la salsa.
Notas útiles
- Variación: Sustituye la langosta por carne de centollo para darle un giro diferente a la salsa.
- Alternativa: Si no tienes vino blanco, puedes usar caldo de pollo para desglasear la sartén.
- Truco: Para una salsa más rica, añade una cucharada de queso parmesano rallado mientras la nata se reduce.
Consejos de chefs reconocidos
- El chef Gordon Ramsay sugiere dejar reposar la carne después de cocinarla para que los jugos se redistribuyan, consiguiendo un solomillo más sabroso y tierno.
- La chef Julia Child recomienda usar hierbas frescas como el perejil para mejorar la presentación y el sabor del plato.
- El chef Thomas Keller aconseja no cocinar demasiado las gambas para mantener su textura delicada.