
Capas de pasta tierna entre cremosa salsa bechamel, verduras frescas y tres tipos de queso crean una lasaña vegetariana reconfortante que eleva este plato clásico. Cada bocado ofrece un equilibrio perfecto de champiñones, calabacín, brócoli y espinacas, todo envuelto en una suave salsa blanca que te hará olvidar las versiones tradicionales con tomate.
Desarrollé esta receta durante una temporada navideña especialmente ocupada cuando necesitaba un plato espectacular para alimentar a muchos invitados. Después de varios intentos, esta versión logró el punto perfecto - cremosa, satisfactoria y llena de verduras que hasta los más exigentes disfrutan.
Ingredientes Esenciales
- Verduras frescas: Elige calabacín firme, brócoli verde brillante y champiñones sin manchas oscuras para el mejor sabor y textura
- Alubias blancas: Su sabor suave y textura cremosa aportan proteína mientras se mezclan perfectamente con las verduras
- Leche entera: Crea la salsa bechamel más sedosa - el mayor contenido graso evita que se haga granulosa
- Tres quesos: Requesón para cremosidad, mozzarella para elasticidad y manchego para profundidad de sabor
- Láminas de lasaña: Las tradicionales secas funcionan mejor aquí, dando estructura sin quedarse blandas
Guía de Preparación
- 1. Preparar el Relleno de Verduras
- Comienza cortando todas las verduras en trozos uniformes para asegurar una cocción pareja. Calienta aceite de oliva en una sartén grande hasta que brille, luego añade cebolla y ajo. Cocina hasta que estén transparentes antes de agregar los champiñones - deja que suelten su humedad antes de añadir el resto de verduras.
- 2. Perfeccionar la Salsa Blanca
- Crea un roux derritiendo mantequilla e incorporando harina hasta que huela a nuez. Agrega gradualmente leche tibia, batiendo constantemente para evitar grumos. Continúa cocinando hasta que la salsa cubra el dorso de una cuchara, luego sazona con hierbas y especias.
- 3. Cocinar la Pasta
- Hierve las láminas de lasaña en agua bien salada hasta que estén al dente - seguirán cocinándose en el horno. Manéjalas con cuidado y colócalas planas sobre paños de cocina limpios para evitar que se peguen.
- 4. Armar por Capas
- Empieza con una capa de salsa blanca para evitar que se pegue. Coloca láminas de pasta, superponiendo ligeramente para crear una base firme. Extiende el requesón uniformemente, luego añade la mezcla de verduras y mozzarella. Repite las capas, terminando con extra queso arriba.
- 5. Hornear a la Perfección
- Cubre con papel aluminio y hornea hasta que la salsa burbujee en los bordes. Retira el papel en los últimos minutos para lograr manchas doradas en el queso. Deja reposar antes de servir.

Después de preparar esta lasaña innumerables veces para reuniones familiares, he aprendido que la clave de su éxito está en la salsa blanca. Mi abuela me enseñó que remover constantemente mientras se añade la leche tibia crea la bechamel más sedosa - un consejo que nunca me ha fallado.
Consejos para Preparar con Anticipación
Esta lasaña en realidad mejora cuando se prepara un día antes. Arma completamente, cubre bien con papel aluminio y refrigera. Saca del refrigerador 30 minutos antes de hornear. Añade 10-15 minutos al tiempo de horneado si empiezas desde frío.
Éxito al Congelar
Elige el recipiente adecuado para congelar - cristal o aluminio desechable funcionan bien. Envuelve firmemente en film transparente, luego papel aluminio, y congela hasta tres meses. Descongela durante la noche en el refrigerador antes de hornear para mejores resultados.
Guía de Personalización
No dudes en cambiar las verduras según la temporada. Prueba con coliflor, berenjena o incluso calabaza asada. Solo recuerda eliminar el exceso de humedad de cualquier verdura que elijas.
Sugerencias para Servir
Acompaña esta rica lasaña con una ensalada de rúcula aliñada simplemente con limón y aceite de oliva. Para eventos, suelo servirla con pan de ajo y verduras asadas para una comida completa.
Después de años preparando esta lasaña, se ha convertido en mi plato estrella para ocasiones especiales. Hay algo mágico en sacar una cacerola burbujeante y dorada del horno y ver las caras de los invitados iluminarse cuando prueban ese primer bocado cremoso lleno de verduras. Aunque lleva tiempo prepararla, el resultado final es un plato digno de celebración que reúne a la gente alrededor de la mesa.

Preguntas Frecuentes
- → Puedo preparar esta lasagna con anticipación
- Claro que sí. Puedes armarla y guardarla en el refrigerador hasta 24 horas antes de hornearla, o congelarla por hasta 3 meses, ya sea antes o después de hornear.
- → Cuál es la mejor forma de congelar la lasagna
- Envuelve el platillo en plástico y luego en aluminio, o congela porciones individuales. Para mejores resultados, descongélala en el refrigerador durante la noche antes de recalentarla.
- → Es posible usar otras verduras
- Sí, sin problema. Cambia por tus vegetales favoritos, pero asegúrate de quitar el exceso de agua antes de armar la lasagna.
- → Por qué enjuagar las láminas de lasagna
- El agua fría detiene su cocción y evita que se peguen entre sí al momento de armar el platillo.
- → Cómo saber si la salsa béchamel está lista
- Debe cubrir la parte trasera de una cuchara y, al pasar tu dedo, la marca debe mantenerse definida.