
Una deliciosa salsa cremosa de espinacas y alcachofas envuelve tiernas pechugas de pollo en esta versión proteica de una dip clásico. Este reconfortante guiso transforma el popular entrante en una comida completa, ofreciendo los mismos sabores indulgentes mientras incorpora proteína magra y vegetales nutritivos. Cada bocado ofrece un equilibrio perfecto entre queso fundido, alcachofas tiernas y espinacas frescas.
Cuando serví esto por primera vez a mi sobrino amante del queso, no tenía idea de que era una versión más saludable. El secreto está en usar una mezcla de yogur griego y queso cottage, que crea una increíble cremosidad mientras mantiene el plato más ligero que las recetas tradicionales.
Ingredientes Esenciales y Consejos de Selección
- Pechugas de Pollo: Elige piezas de tamaño uniforme para una cocción consistente. Abrir las pechugas más grandes en mariposa ayuda a que se cocinen uniformemente.
- Queso Crema Light: Esta alternativa baja en grasa proporciona riqueza sin pesadez. Busca bloques con mínimos ingredientes para mejor fundido.
- Yogur Griego: El yogur griego entero ofrece la mejor textura y no se separará durante el horneado.
- Corazones de Alcachofa: Elige los envasados en agua en lugar de marinados para mejor control del sabor.

Instrucciones Detalladas de Cocina
- Preparación del Pollo:
- Comienza con pechugas a temperatura ambiente. Sécalas bien para asegurar un mejor dorado, luego sella en aceite de oliva hasta que estén apenas opacas por fuera pero no completamente cocidas. Reserva mientras preparas la salsa.
- Creación de la Salsa de Queso:
- Combina el queso crema light, yogur griego y queso cottage en un bol. Mezcla hasta que esté suave, luego incorpora la mitad del queso manchego, queso curado y condimentos.
- Integración de Vegetales:
- Incorpora suavemente los corazones de alcachofa troceados y las espinacas. Agrega las espinacas gradualmente para evitar que se formen grumos.
- Proceso de Montaje:
- Cubre el pollo parcialmente cocido con la mezcla de queso y transfiere a una fuente de horno. Cubre con el queso restante y hornea a 200°C hasta que esté dorado y burbujeante.
Como experta en preparación de comidas, he descubierto que ensamblar este plato la noche anterior mejora los sabores, dándoles tiempo para mezclarse perfectamente.
Consejos Útiles del Chef
- Crea contraste de texturas dejando algunos trozos de alcachofa más grandes que otros.
- Deja reposar el guiso exactamente 5 minutos para el punto perfecto del queso fundido.
- Guarda las hierbas frescas para decorar justo antes de servir.
Este guiso de pollo con espinacas y alcachofas representa el equilibrio perfecto entre comida reconfortante y alimentación saludable. Usar ingredientes ricos en proteínas no significa sacrificar sabor o cremosidad, haciendo de este plato una adición gratificante tanto para cenas familiares como para la preparación de comidas.

Preguntas Frecuentes
- → Puedo usar espinacas congeladas en vez de frescas
- Claro que sí. Usa alrededor de 225 gramos de espinaca congelada, pero asegúrate de descongelarla y quitarle toda el agua antes de agregarla al platillo.
- → Qué puedo usar en lugar de queso Neufchâtel
- Puedes sustituirlo con queso crema normal. Esto hará la receta un poco más rica y densa, pero seguirá quedando deliciosa.
- → Puedo prepararlo con anticipación
- Sí, puedes armar el platillo hasta 24 horas antes y guardarlo tapado en el refrigerador. Solo considera agregar algunos minutos más al horneado si lo cocinas directamente del refrigerador.
- → Por qué mi platillo quedó líquido
- Asegúrate de escurrir bien los corazones de alcachofa y, si usas espinacas congeladas, quítales toda el agua. Esto reducirá el exceso de líquido en el resultado final.
- → Cómo sé si el pollo está cocido
- Usa un termómetro para carne y confirma que el pollo alcance una temperatura interna de 74°C (165°F). Debería verse completamente blanco por dentro, sin zonas rosadas.