Los platos caseros de pasta tienen algo realmente mágico, especialmente cuando son tan lujosos como estos Ravioles de Langosta en Salsa Cremosa de Limón y Mantequilla. Este plato mezcla los sabores suaves de la langosta con las notas frescas y vibrantes del limón, todo unido en una salsa cremosa y mantecosa. Ideal para una cena especial o cuando quieras darte un capricho extraordinario, esta preparación es elegante y sorprendentemente fácil de hacer.
Ingredientes
- Ravioles de Langosta: 1 paquete (aproximadamente 250 gramos) de ravioles de langosta comprados. Busca ravioles frescos o congelados para el mejor sabor. Si lo prefieres, también puedes hacer tus propios ravioles de langosta.
- Mantequilla sin sal: 2 cucharadas. La mantequilla sin sal te permite controlar la cantidad de sal en el plato.
- Aceite de oliva: 2 cucharadas. El aceite de oliva virgen extra añade un sabor rico a la salsa.
- Ajo: 2 dientes, picados finamente. El ajo fresco es mejor para un sabor fuerte y aromático.
- Nata para cocinar: 1/2 taza. Esto añade cremosidad a la salsa.
- Caldo de pollo o verduras: 1/2 taza. Escoge caldo bajo en sodio para controlar mejor el sabor.
- Zumo de limón: Jugo de 1 limón. El zumo de limón recién exprimido añade un sabor brillante y ácido a la salsa.
- Ralladura de limón: Ralladura de 1 limón. Agrega un sabor concentrado a limón sin la acidez.
- Queso Manchego: 1/2 taza, recién rallado. El queso Manchego se derrite mejor y agrega un sabor rico y ligeramente picante a la salsa.
- Sal y pimienta: Al gusto. Usa pimienta negra recién molida para el mejor sabor.
- Perejil fresco: Picado, para decorar. Añade un toque de color y un sabor fresco y herbal.
- Guindilla en escamas (Opcional): Para un poco de picante. Añade según tu preferencia de sabor.
Instrucciones
- Paso 1: Cocinar los ravioles
- Pon a hervir una olla grande con agua salada. Añade los ravioles de langosta y cocínalos según las instrucciones del paquete, normalmente alrededor de 3-4 minutos, o hasta que floten en la superficie. Escurre los ravioles y déjalos aparte.
- Paso 2: Preparar la salsa
- En una sartén grande, derrite la mantequilla con el aceite de oliva a fuego medio. Añade el ajo picado y sofríelo hasta que suelte su aroma y esté ligeramente dorado, aproximadamente 1-2 minutos. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que puede volverse amargo.
- Paso 3: Crear la base cremosa
- Incorpora la nata para cocinar y el caldo de pollo o verduras. Aumenta el fuego ligeramente para llevar la mezcla a un hervor suave, removiendo de vez en cuando. Deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos 3-4 minutos hasta que comience a espesar un poco.
- Paso 4: Agregar el sabor a limón
- Añade el zumo de limón y la ralladura a la salsa, removiendo para combinar. Continúa cocinando la salsa a fuego lento durante 2-3 minutos más para que los sabores se mezclen bien.
- Paso 5: Mezclar ravioles y salsa
- Añade suavemente los ravioles de langosta cocidos a la sartén, revolviéndolos con cuidado en la salsa para cubrirlos de manera uniforme. Deja que los ravioles se calienten durante unos 2-3 minutos.
- Paso 6: Terminar con el queso
- Incorpora el queso Manchego recién rallado hasta que se derrita y la salsa quede cremosa y suave. Sazona la salsa con sal y pimienta negra recién molida al gusto.
- Paso 7: Decorar y servir
- Traslada los ravioles a los platos de servir. Decora con perejil fresco picado y, si lo deseas, un poco de guindilla en escamas para darle un toque picante. Sirve inmediatamente con un poco de pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa.
Consejos para servir y guardar
- Servir al momento: Este plato se disfruta mejor recién hecho, ya que la salsa cremosa está en su punto óptimo de sabor y textura cuando está caliente.
- Decorar abundantemente: Añade un poco de perejil fresco picado y unas escamas de guindilla para darle color y un toque de picante.
- Acompañamientos: Sirve con un poco de pan crujiente para mojar en la rica salsa. Una ensalada verde ligera con vinagreta de limón complementa perfectamente la opulencia del plato.
Notas útiles
- Variación con mezcla de mariscos: En lugar de solo ravioles de langosta, prueba usando una mezcla de mariscos con ravioles de gambas o cangrejo para un sabor igual de delicioso.
- Verduras adicionales: Añade un puñado de espinacas baby o guisantes a la salsa para más nutrición y color.
- Opciones de queso: Si el Manchego no es tu favorito, sustitúyelo por queso Idiazábal para un sabor más intenso.
- Versión ligera: Usa nata ligera en lugar de nata para cocinar para una salsa menos pesada, o un chorrito de vino blanco para darle más profundidad.
Consejo del Chef
El chef Karlos Arguiñano recomienda: "El secreto de una perfecta salsa de mantequilla y limón está en el equilibrio entre cremosidad y acidez. No tengas miedo de probar mientras cocinas para conseguir esa armonía perfecta."