Disfruta del tentempié más reconfortante con estos gajos de patata al horno con ajo y parmesano. Combinan la textura crujiente de las patatas horneadas con los ricos sabores del ajo y queso, creando un plato ganador para cualquier ocasión. Son geniales como acompañamiento o como snack por sí solos, además de ser muy fáciles de preparar.
Ingredientes
- Patatas para hornear (3-4 grandes, cortadas en gajos): La base de esta receta, estas patatas ofrecen el equilibrio perfecto entre textura suave y exterior crujiente.
- Aceite de oliva (4 cucharadas): Fundamental para cubrir los gajos, garantizando que se horneen uniformemente y queden crujientes.
- Sal (2 cucharaditas): Realza los sabores naturales de las patatas y demás condimentos.
- Ajo en polvo (2 cucharaditas): Da a los gajos un intenso sabor a ajo en cada bocado.
- Condimento de hierbas mediterráneas (2 cucharaditas): Añade una mezcla de hierbas que va de maravilla con el ajo y el parmesano, mejorando todo el conjunto.
- Queso parmesano rallado (½ taza): Se derrite sobre los gajos calientes, creando una capa sabrosa irresistible.
- Opcional: Perejil o cilantro fresco: Da un toque de frescura y color cuando se espolvorea sobre los gajos ya horneados.
- Opcional: Salsa ranch o queso azul: Perfectas para mojar, estas salsas añaden un contraste cremoso a los gajos crujientes.
Instrucciones
- Paso 1:
- Calienta el horno a 190°C. Engrasa una bandeja grande para evitar que los gajos se peguen y se cocinen parejos.
- Paso 2:
- Pon los gajos de patata en un recipiente grande. Rocíalos con aceite de oliva y mézclalos bien hasta que todos queden cubiertos. El aceite ayuda a que se doren mejor.
- Paso 3:
- En otro recipiente pequeño, mezcla la sal, el ajo en polvo y las hierbas mediterráneas. Espolvorea esta mezcla sobre los gajos, asegurándote que todos quedan bien sazonados. Estos condimentos darán un sabor estupendo.
- Paso 4:
- Esparce generosamente el queso parmesano sobre los gajos ya sazonados, moviéndolos con cuidado para distribuir el queso. Durante el horneado, el queso se derretirá formando una costra sabrosa.
- Paso 5:
- Coloca los gajos en la bandeja engrasada, con la piel hacia abajo, sin amontonarlos. Hornea unos 25-35 minutos hasta que estén tiernos y dorados. Ponerlos con la piel hacia abajo ayuda a que queden crujientes fuera y suaves dentro.
- Paso 6:
- Cuando estén perfectamente horneados, decora con perejil o cilantro picado para un toque fresco. Sírvelos calientes con tu salsa favorita para mojar.
Consejos para servir y guardar
Para disfrutar al máximo estos gajos de patata con ajo y parmesano, aquí van unos consejos sencillos que mejorarán tu experiencia y mantendrán deliciosas las sobras:
- Sugerencias para servir: Disfruta los gajos calientes y crujientes recién salidos del horno para mejor sabor. Acompáñalos con tus salsas favoritas como ranch, queso azul o incluso kétchup para más variedad.
- Opciones de decoración: Mejora la presentación espolvoreando perejil o cilantro picado antes de servir. Esto añade frescura y color.
- Instrucciones para guardar: Si sobran, guárdalos en un recipiente hermético en la nevera hasta 2-3 días. Para recalentarlos, ponlos en una bandeja en el horno a 180°C unos 10-15 minutos hasta que estén calientes. Así mantendrán su textura crujiente.
- Consejo para congelar: Aunque son mejores recién hechos, puedes congelarlos en una sola capa en una bandeja antes de pasarlos a una bolsa para congelador. Recaliéntalos directamente del congelador para un aperitivo o guarnición rápida.
Notas útiles
Aquí tienes algunos consejos y variaciones para hacer esta receta aún más versátil:
- Condimentos alternativos: Prueba con diferentes mezclas como cajún, pimentón o chile en polvo para un toque picante.
- Opciones de queso: Experimenta usando diferentes tipos como cheddar o mozzarella para darle un giro único.
- Consejo de chef: "Para lograr el crujiente perfecto en los gajos de patata, necesitas colocarlos bien en la bandeja", dice el Chef Arzak. "Asegúrate de que estén en una sola capa sin amontonarse, permitiendo que el aire caliente circule y dore cada gajo por igual."
- Elección de pasta: Aunque cualquier pasta sirve, las variedades cortas como hélices, macarrones o fusilli son mejores porque retienen bien la salsa y dan un bocado satisfactorio.
Siguiendo estos consejos, tus gajos de patata con ajo y parmesano quedarán irresistibles y listos para disfrutar cuando te apetezcan. Recuerda no cocinarlos demasiado para mantenerlos en su punto y removerlos ocasionalmente para evitar que se peguen. Ajusta la sal con cuidado si usas mantequilla salada o caldo normal para evitar que queden demasiado salados. Enfriarlos bien antes de guardarlos asegura una congelación y recalentamiento uniformes, conservando la calidad y sabor del plato.