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Sopa cremosa con jalapeños y pollo que combina el toque picante clásico de los jalapeños con la suavidad del queso. Una mezcla reconfortante con pollo tierno, jalapeño picado y quesos derretidos. Te va a encantar en los días fríos.
Aquí tienes lo que vas a necesitar para preparar este platillo lleno de sabor y calorcito casero.
Ingredientes
- Pechuga de pollo: Cortada en cubos y cocida en el caldo hasta que esté suavecita y jugosa.
- Pimientos jalapeños: Picados y sin semillas si lo quieres menos picante.
- Queso crema: Se derrite y hace que todo quede bien cremoso.
- Queso Cheddar rallado: Añade un sabor fuerte; gran parte se derrite y el resto va encima al servir.
- Mantequilla: Sirve para sofreír los pimientos y el ajo, forma la base con mucho aroma.
- Caldo de pollo: La base líquida que une todos los ingredientes.
- Cilantro seco: Da un toque fresco y herbal.
- Crema para batir: La que usas para hacer nata montada, pero aquí la usarás para una textura rica.
- Ajo picado: Potencia los sabores y equilibra el picante.
- Condimento Cajún: Añade profundidad y un punto especiado.
- Pimienta negra molida y sal: Termina el sazón según tu preferencia.
- Polvo de cebolla: Da dulzor suave sin tener que picar cebolla fresca.
Instrucciones
- Paso 1:
- En una olla grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Echa los jalapeños y el ajo. Sofríe todo unos minutos hasta que huelan rico y estén suaves.
- Paso 2:
- Pon la pechuga de pollo en cubos y que se mezcle bien. Ahora agrega el caldo de pollo y raspa lo doradito del fondo. Añade el condimento Cajún, el polvo de cebolla y el cilantro seco. Sube el fuego hasta que hierva.
- Paso 3:
- Baja el fuego y deja que el pollo se cocine en el caldo por unos 10 minutos o hasta que esté bien cocido y suavecito.
- Paso 4:
- Corta el queso crema en cubos y agrégalo con la mayor parte del queso cheddar rallado y la crema para batir. Mueve para que todo se derrita y quede sin grumos. Dale unos 5 minutos más para que espese la sopa.
- Paso 5:
- Échale la sal y la pimienta. Prueba y ajusta si lo necesitas.
- Paso 6:
- Sírvela bien caliente, pon lo que quedó de queso cheddar encima. Puedes acompañar con pan rústico o totopos. ¡Disfrútala!
Tips para servir y guardar
- Servir: Disfrútala caliente, añade más queso rallado encima y unos totopos o pan crujiente para acompañar. Va genial para las noches frescas o cuando se te antoja algo cálido y con saborcito fuerte.
- Conservación: Si te sobra, guárdala fría en un recipiente cerrado por máximo 3 días. Para recalentarla, ponla en olla a fuego bajo o usa el microondas, moviendo seguido para que no se corte.
- Congelado: Cuando ya esté a temperatura ambiente, pásala a un tupper para congelar. Puedes tenerla hasta dos meses en el congelador. Descongélala en el refri una noche antes de calentar.
Notas útiles
- Picante a tu gusto: Menos jalapeños y sin semillas si no quieres mucho calor. Si te atreves, añade chile de árbol seco para llevarlo al siguiente nivel.
- Más variedad de quesos: Cambia el Cheddar por manchego o gouda si prefieres un sabor diferente o menos fuerte.
- Versión sin carne: Usa caldo de verduras y deja fuera el pollo. Puedes agregar calabaza o pimientos morrones para hacerlo más grande y llenador.
Consejos de chefs famosos
- La chef María exprime un poco de jugo de limón al final para que los sabores se noten más frescos.
- El chef David agrega una cucharada de crema ácida al servir para que quede más suave y sabroso.
- La chef Elena recomienda añadir trocitos de tocino crujiente como topping si te gusta el sabor ahumado y salado.