
Ingredientes
- Aceite de Oliva: 1 cucharada, para sofreír las verduras.
- Cebolla: 1 pequeña, picada en dados, aporta un sabor suave y dulce.
- Zanahorias: 2 pequeñas, peladas y cortadas finas, dan un toque de dulzura y textura.
- Ajo: 2 dientes, picados, perfuma la sopa con un rico aroma.
- Tomillo Seco: 1/4 cucharadita, añade un sutil sabor a tierra.
- Sal y Pimienta: Al gusto, para sazonar la sopa.
- Caldo de Pollo: 1,4 litros de bajo en sodio, forma la base de la sopa.
- Zumo de Limón: 3 cucharadas, aporta una nota brillante y ácida.
- Pasta Orzo: 1/2 taza, sin cocer, añade una textura agradable a la sopa.
- Albóndigas: 20 albóndigas cocinadas, descongeladas si estaban congeladas, aportan proteína sustanciosa.
- Queso Manchego: 1/4 taza rallado, agrega un final sabroso y quesoso.
- Perejil Fresco: 1/4 taza picado, para una guarnición fresca y vibrante.
Instrucciones
- Paso 1:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio-alto. Añade la cebolla y las zanahorias. Sofríe unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que las verduras estén tiernas y la cebolla transparente.
- Paso 2:
- Agrega el ajo picado y cocina hasta que suelte su aroma, unos 20 segundos. Ten cuidado de no quemar el ajo. Sazona la mezcla con tomillo seco, sal y pimienta al gusto.
- Paso 3:
- Vierte el caldo de pollo bajo en sodio y el zumo de limón, mezclando bien. Sube el fuego a alto y lleva la mezcla a ebullición.
- Paso 4:
- Cuando hierva, añade la pasta orzo sin cocer. Baja el fuego a medio y deja que la sopa hierva suavemente, removiendo de vez en cuando, durante unos 8 minutos o hasta que la pasta esté casi tierna.
- Paso 5:
- Incorpora las albóndigas ya cocinadas. Continúa cociendo a fuego lento durante 7 minutos más, permitiendo que las albóndigas se calienten y el orzo termine de cocinarse.
- Paso 6:
- Añade el queso Manchego rallado y el perejil fresco picado. Prueba la sopa y ajusta la sazón con más sal y pimienta si hace falta.
- Paso 7:
- Sirve la sopa caliente, decorada con queso Manchego adicional si quieres. ¡Disfruta de los sabores reconfortantes de esta sustanciosa Sopa de Albóndigas!
Consejos para servir y conservar
Sirve la Sopa de Albóndigas bien caliente, con una generosa cantidad de queso Manchego y perejil fresco por encima. Esta reconfortante sopa va genial con pan crujiente o una ensalada sencilla, creando una comida completa y satisfactoria. Para más sabor, puedes añadir un chorrito de limón fresco justo antes de servir. Si te sobra, guárdala en un recipiente hermético en la nevera hasta 3 días. Para recalentarla, caliéntala suavemente a fuego lento, removiendo de vez en cuando. Añade un poco de caldo si la sopa espesa demasiado durante el almacenamiento.Notas útiles
Para un sabor más intenso, prueba a usar caldo de pollo casero o añade un chorrito de vino blanco al caldo. También puedes personalizar la sopa añadiendo más verduras como espinacas, calabacín o apio. Si prefieres una versión más picante, agrega un pellizco de guindilla al cocinar el tomillo. Para hacer la sopa más contundente, puedes aumentar la cantidad de pasta orzo o sustituirla por otra pasta pequeña como fideos finos o sémola.Consejos de chefs conocidos
Karlos Arguiñano sugiere añadir hierbas frescas como albahaca o orégano para realzar la frescura y aroma de la sopa.
Ferrán Adrià recomienda usar queso Manchego de buena calidad y rallarlo fresco para obtener el mejor sabor.
Eva Arguiñano aconseja dorar las albóndigas antes de añadirlas a la sopa para lograr un sabor más rico y desarrollado.